Los días, aquel conjunto de poco más de veinticuatro horas, que todos los años recuperan su nombre. Cada hora, minuto, segundo perdido es irreemplazable y nos desvía de nuestro objetivo único de encontrar en un rincón, al menos, felicidad y alegría. Algo que nos compense en lo vivido.
Amargo camino que a cada paso nos tienta queriendo desviar tu atención, confundiéndote con caprichos callejeros. Nos aferramos a una porción indeterminada de un todo, pero esto sucumbe en vano intento desmedido de creciente realidad.
Resurgir, cobrando nuevas fuerzas para volver a caminar ese sendero engañoso como el más pequeño halo de sol en suceso que produce riesgo inminente de adversidad, atraviesa las nieblas del destino para calentar una bella flor.
2 comentarios:
Muy hermosas palabras...
Todo vuelve la vida es una rueda...
Asi que voy a seguir girando...
Iries...
Pancho
http://fotolog.terra.com.ar/pancho_rasta
http://voluntarioitiope.blogspot.com
Yo sí sé porque no le pegabas a ninguna tecla... :P
¡Chabóooooooooooonnnn!
Que grossa la facultad, me encanta.
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